Suele presentarse en el periodo fértil, y sobretodo entre los 35-50 años.
El origen de estos cambios no es bien conocido, aunque se cree que pueden intervenir un exceso de estrógenos o de prolactina (hiperestrogenismo, hiperprolactinemia) o las metilxantinas (que se encuentran en el café, té, tabaco).
La clínica suele ser una mastalgia cíclica, con induración de la mama, aumento de la sensibilidad mamaria y en algunas mujeres pueden notarse nódulos o una secreción mamaria.